El verano trae consigo muchas alegrías: días soleados, picnics en la playa y barbacoas al aire libre.
Sin embargo, también conlleva desafíos específicos, especialmente en lo que respecta a la seguridad alimentaria.
El calor intenso puede afectar la forma en que manejamos y conservamos los alimentos, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.
Aquí te damos algunas recomendaciones clave para asegurarte de que tus comidas sean seguras y deliciosas durante la temporada estival.
1. Mantén la cadena de frío
El calor puede hacer que los alimentos perecederos se deterioren rápidamente. Para evitar que esto suceda:
- Refrigera los alimentos perecederos: Asegúrate de mantener carne, pescado, lácteos y otros productos perecederos refrigerados a 4°C (40°F) o menos.
- Usa enfriadores o neveras portátiles: Si vas a hacer un picnic o a una barbacoa, usa enfriadores con hielo o paquetes de gel para mantener los alimentos fríos.
- Evita abrir la nevera con frecuencia: Mantén la puerta de la nevera cerrada tanto como sea posible para conservar la temperatura interna.
2. Cocina a temperaturas adecuadas
La cocción adecuada es crucial para matar bacterias y patógenos:
- Utiliza un termómetro de cocina: Cocina carnes a las temperaturas internas recomendadas: pollo a 75°C (165°F), carne molida a 71°C (160°F), y carne de res y cerdo a 63°C (145°F).
- Evita la cocción parcial: Cocina los alimentos completamente en lugar de empezar la cocción y dejarla a mitad.
3. No dejes alimentos fuera por mucho tiempo
El calor puede acelerar el crecimiento de bacterias:
- Limita el tiempo de exposición: No dejes alimentos fuera del refrigerador por más de dos horas, y menos de una hora si la temperatura ambiente supera los 32°C (90°F).
- Refrigera o congela pronto: Guarda las sobras y alimentos no consumidos en el refrigerador o congelador lo antes posible.
4. Maneja los alimentos con higiene
La higiene adecuada previene la contaminación:
- Lávate las manos frecuentemente: Antes y después de manejar alimentos crudos, usa agua y jabón.
- Limpia superficies y utensilios: Lava bien las superficies, utensilios y platos que han estado en contacto con alimentos crudos.
5. Presta atención a la descongelación
La forma en que descongelas los alimentos también es importante:
- Descongela en el refrigerador: La mejor manera de descongelar alimentos es en el refrigerador. Evita hacerlo a temperatura ambiente.
- Usa agua fría o microondas: Si necesitas descongelar rápidamente, utiliza agua fría cambiada cada 30 minutos o el microondas, cocinando inmediatamente después.
6. Vigila las condiciones de los alimentos
Observa el estado de los alimentos antes de consumirlos:
- Revisa la apariencia y el olor: Deséchalos si ves signos de deterioro como mal olor, cambios de color o textura.
- No confíes en el aspecto: Algunos patógenos no cambian el aspecto del alimento, así que la mejor forma de prevenir enfermedades es seguir las prácticas de seguridad alimentaria.
7. Planifica y prepara con anticipación
Un poco de planificación puede prevenir problemas:
- Prepara los alimentos justo antes de servir: Cocina y sirve la comida lo más cerca posible del momento de comer para mantener la frescura y la seguridad.
- Utiliza recipientes herméticos: Guarda los alimentos en recipientes bien sellados para evitar la contaminación cruzada y mantener la calidad.
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